jueves, 14 de octubre de 2010

Los cuadernos de Don Rigoberto

En primer lugar se ha de decir que a este personaje no le falta su parte de razón. Sé que puede parecer contradictorio lo que digo porque estoy estudiando educación física, pero a mi parecer las afirmaciones que hace son bastante lógicas.

Lo que pasa es que, a mi entender, este personaje tiene una visión del deporte bastante limitada. Es cierto que el deporte profesional es un negocio y que en demasiadas ocasiones carece de ética. Yo también veo absurdo que haya personas que sean capaces de dar una paliza a alguien sólo porque sean de otro equipo. Pero sinceramente no creo que sea culpa del deporte, creo que se utiliza el deporte como medio para tener esa actitud por parte de una persona ya de por si agresiva.

Del mismo modo es cierto que muchos atletas profesionales harían casi cualquier cosa por ganar. Pero el deporte va mucho más allá que eso. El deporte no es sólo deporte profesional.

Está demostrado que puede ser una gran herramienta educativa y una solución muy buena para casos de marginación social, etc. También está demostrado que la práctica de actividad física moderada a lo largo de nuestra vida es tremendamente positiva para nuestra salud física y mental. Por no decir que, en mi caso, ha sido una herramienta a través de la cual he podido conocerme mejor a mí misma y me ha ayudado a construir mi propia personalidad.

Desgraciadamente en nuestra sociedad la educación física aún está muy infravalorada en todos los aspectos. Como dijo Víctor el otro día en clase, llevamos 2000 años viviendo dentro de una sociedad mayoritariamente cristiana, en nuestro caso. Esto quiere decir que durante años nuestro cuerpo ha sido considerado un trozo de carne donde se aloja el alma y la vida en la tierra un "calvario" por el que tenemos que pasar para demostrar que merecemos la entrada al cielo (refiriéndome sobretodo a la Edad Media). Así que aún hoy en día el cultivar la mente y los conocimientos sigue siendo infinitamente más importante que "cultivar" nuestro cuerpo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario