¿Qué es la educación?

ENSAYO

La educación, un tema siempre de actualidad y de gran controversia. Hay tantas opiniones sobre educación como personas en el mundo, además de diferentes teorías y métodos educativos posibles y contradictorios entre si. Parece difícil ponerse de acuerdo después de tantos siglos reflexionando acerca de cuál es la mejor forma de enseñar. Pero a pesar de todo yo creo que es posible llegar a ciertas ideas universales y básicas en cuanto a la educación. Savater hace unas interesantes reflexiones en su libro con algunas de las cuales coincido al 100% y opino que deberían ser ideas fundamentales sobre la educación.

“Los pesimistas pueden ser buenos domadores, pero no buenos maestros”, dice Savater en el prólogo. Un maestro tiene que creer en su causa, conocer el valor de la educación y tomarse en serio la labor de la enseñanza. He tenido muchos profesores diferentes a lo largo de mi vida y se nota muy rápido quiénes se esfuerzan en enseñarnos, aquellos que nos obligan a esforzarnos y a sacar todo nuestro potencial, y quiénes son las personas que esperaban otra cosa de la vida y tuvieron que acabar como profesores. Pero hablar de profesores malos para mí no tiene mucho sentido. He tenido la suerte de que he tenido algunos profesores muy buenos, otros no tanto pero muy concienciados con su causa, que se esfuerzan y pelean día a día con niños, adolescentes y jóvenes. Creo que este trabajo hay que valorarlo, en mi opinión debería existir algún método de evaluación de los profesores y premiar a aquellos que son de verdad profesores y maestros; del mismo modo que en el proceso de selección del profesorado se debería valorar menos los éxitos académicos y más las capacidades de enseñanza. Porque, del mismo modo que Maradona fue uno de los mejores jugadores de fútbol de la historia y sin embargo ha sido un pésimo entrenador llevando a la selección argentina al fracaso, los éxitos académicos de una persona no significan en absoluto que esa persona sea la más capacitada para enseñar.

También estoy de acuerdo con Savater en que los maestros hoy en día están desprestigiados, la sociedad no es consciente del trabajo tan importante que supone el educar. Ya que esos niños en el futuro serán políticos, médicos, policías, empresarios… Y su futuro depende en gran medida del trabajo de sus maestros. Por otra parte no creo que haya una crisis en la educación, por mucho que se diga que si. Es cierto que el sistema educativo lo están cambiando cada poco tiempo y parece que no dan en el clavo. A mí me parece bien que siempre se intente mejorar la calidad del sistema educativo, que intentemos ser mejores. Pero personalmente creo que los políticos no están capacitados para diseñar y ejecutar esa tarea. Los políticos no son profesionales de la educación, es muy probable que hagan la reforma de forma subjetiva basándose en sus propias ideologías y no dedican el tiempo de estudio necesario para una reforma en condiciones. En mi opinión las reformas en el sistema educativo deberían planificarlas profesionales de la educación, es decir, maestros, profesores y pedagogos. Y, además, diseñar un plan elaborado, con mucho esfuerzo y tiempo empleado. Si es necesario dedicar uno o dos años para elaborar un buen sistema educativo, adelante, no debemos temer al trabajo bien hecho.

También me parece muy interesante el hecho de que hay que plantearse la razón por la que es importante educar, los objetivos que se quieren conseguir y hacia dónde queremos orientar la educación. Es muy importante para cualquier proyecto que queramos llevar adelante, plantearse de antemano cuáles son los objetivos de tal proyecto, qué es lo que se espera conseguir. Esto yo lo relaciono con las también comentadas polis griegas. La figura del maestro y del pedagogo. Sí estoy de acuerdo en que separar la educación de la instrucción es imposible, pero creo que cada una debe ser ejercida por figuras diferentes que se complementen. Es decir, para mí es una buena posibilidad el “separar” al maestro del pedagogo, aunque no una separación como tal, sino que ambos trabajen de forma compenetrada en las mismas etapas de la vida. Entonces, debemos plantearnos ¿Qué queremos enseñar? ¿Cómo queremos educar? ¿Son los profesores de lengua, matemáticas, ciencias y educación física los encargados de educar y enseñar los valores de nuestra sociedad? ¿O debería existir una figura que se especializara y complementara ese trabajo?

Quisiera explicar una de mis teorías acerca de la adquisición de valores en la sociedad. Hasta hace muy pocas décadas, en España la Iglesia Católica ha sido una institución de gran relevancia para la sociedad en la cual se transmiten muchos valores tanto a los niños como a los adultos. Ciertamente la Iglesia también tiene sus puntos negativos, motivo por el cual la sociedad española cada vez está más desvinculada de ella (al menos en la ciudad de Valencia, en otras partes de España quizás no sea tan cierta esa afirmación). Antes, los niños por la tarde iban a catequesis y salían a jugar a la calle, hoy en día tienen suerte los niños que dedican la tarde a aprender idiomas, música, artes o deportes (como fue en mi caso, afortunadamente), el resto se pasa la tarde viendo la televisión, jugando a los videojuegos, etc. Creo que es necesario ofrecer a los niños una posibilidad de aprender, de dedicar su tiempo libre a actividades fructíferas, sobretodo a los que vienen de familias con pocos recursos económicos que no pueden permitirse pagar clases de inglés o de tenis. Es necesario algo que sustituya a la Iglesia y a todas las instituciones religiosas en la transmisión de valores, tanto en jóvenes como en adultos. Y me gustaría plantear una pregunta: ¿Para qué sirve la asignatura de alternativa a la religión? No sé si aún siguen manteniéndola en los colegios e institutos, pero cuando yo estudiaba lo único que hacíamos era perder el tiempo, no se nos enseñaba nada, era una asignatura vacía. La sociedad cambia y todos y todo han de adaptarse a estos cambios y con ello también el sistema educativo.

Ahora creo que ha llegado el momento de relacionar todo lo comentado con la Educación Física. Me parece que los profesores de Educación Física, junto a los de Música y los de Plástica, somos los profesores más desprestigiados, igual que nuestra asignatura. Esto es debido a varios motivos, algunos de los cuales ya han sido dichos en clase o los he comentado ya en mi blog. Pero el motivo más relacionado con lo anteriormente dicho es que no están claros los objetivos de la enseñanza de la Educación Física. ¿Qué se aprende en Educación Física? ¿Deportes? ¿Cómo calentar? ¿Realizar los estiramientos de forma correcta? Buscando la definición de Educación Física en Wikipedia, la primera frase que está escrita es: “La educación física carece actualmente de una definición consensuada en el ámbito académico por varias razones:” Bien es cierto que la Educación Física entendida como la entendemos hoy en día, resultan conceptos muy novedosos en la sociedad, al contrario que la Física, las Matemáticas o la Literatura. Tengo plena confianza en que con el paso del tiempo iremos encontrando poco a poco nuestro sitio y nuestra relevancia en la educación. Pero creo que para la mayoría de nosotros, el aprender solamente “deporte” en las clases de Educación Física, resulta insuficiente. A mí me parece que a través del cuerpo y el movimiento se pueden aprender muchísimas más cosas nada relacionadas con el deporte, sino con experiencias propias y crecimiento personal.

Para finalizar diré que, para alcanzar esas ideas universales en el ámbito de la educación es necesario en primer lugar, plantearse los objetivos que ha de tener nuestro sistema educativo y que queden bien claros. También opino que nunca tendremos un buen sistema educativo hasta que quienes se ocupen de elaborarlo sean profesionales del gremio, no políticos. Y por último me gustaría hacer una nueva aportación. A pesar de todas las críticas, creo que es muy positivo que para dedicarse a la enseñanza a partir de ahora haya que hacer un master y estar mejor preparado. Esperemos que la reforma universitaria (a pesar de todos sus defectos) sea positiva también para las enseñanzas básicas y obligatorias.